El 26 de diciembre de 2004, un terremoto en el Océano Índico provocó un devastador tsunami que cobró la vida de unas 230.000 personas y afectó a 14 países. Este fenómeno marcó la primera gran catástrofe mundial del siglo XXI y sigue siendo una de las más mortíferas de la historia reciente.
Aunque es imposible eliminar por completo el peligro de desastres, la prevención y la preparación pueden mejorar en gran medida la resiliencia de las comunidades locales. Por ello, desde 2015, cada 5 de noviembre se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, que este año tienen por objeto recordar las dos décadas de la tragedia que azotó al Océano Índico, entregando enseñanzas a una nueva generación de niños y jóvenes.
En ese marco, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), puso a disposición de las ciudades del Biobío un simulador sísmico que recorrerá la región durante esta semana, para preparar a la población ante estos hechos.
Desde Penco, una de las comunas seleccionadas para el recorrido del camión sísmico, el director regional de Senapred, Alejandro Sandoval, indicó que “la idea es poder poner el tema sobre la mesa y que las personas puedan conversar, y tener su plan de familia preparada”.
En esta fecha se convoca a las comunidades escolares a desarrollar actividades que motiven a la investigación de las características de sus contextos territoriales, a realizar conversatorios de intercambio en materias científicas respecto del tema, a invitar a actores educativos de la comunidad para conversar la historia local referida a situaciones de fenómenos naturales y el impacto en las experiencias vividas personales y sociales.
En esa línea, la delegada presidencial del Biobío, Daniela Dresdner, expuso que “este simulador permite vivir la experiencia de un terremoto, sobre todo apuntando a niños y niñas, para que puedan entender de qué se trata y asociado a las consecuencias en los lugares costeros”.
En caso de tsunamis, las comunas ubicadas en el borde costero del país deben desarrollar estrategias de reducción de riesgo, adaptadas a las condiciones territoriales, como: conocer las zonas de peligro, elaborar mapas de evacuación, definir tiempos mínimos de evacuación, establecer zonas seguras, difundirlas y ejercitarlas con todos los miembros de la comunidad. Asimismo, potenciar las coordinaciones que se establecen con las instituciones locales para la simulación de tsunamis u otros fenómenos de riesgos socionaturales (sismos, erupción volcánica, remoción en masa, etc.).
“Es parte de las distintas iniciativas que realizamos normalmente durante todos los años, para prepararnos ante terremotos y tsunamis”, comentó el alcalde (s) de Penco, Esteban Llanos, sobre el simulador.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR ) insta a los países con riesgo de tsunamis a que actualicen las rutas de evacuación, instalen nuevos sistemas de alerta y conciencien a la infancia y la juventud.