En la comuna de Florida, a 40 minutos de Concepción, se encuentra el Parque Coyanmahuida, cuyo nombre en mapudungún significa «bosque de robles», considerado un espacio clave en la conservación de biodiversidad. En enero de 2017, un incendio arrasó con el 80% de la superficie del lugar. A día de hoy, los monitoreos satelitales indican que un 90% de la vegetación ya se ha recuperado. 

El proceso de restauración ha sido un trabajo colaborativo liderado por Arauco, empresa que es propietaria del sitio, con apoyo de Conaf, la municipalidad de Florida y la Universidad de Concepción. 

Jorge Alvear, superintendente de Arauco en la zona de Concepción, detalló los hitos generales en el proceso de reforestación.

Respecto a la capacidad de resiliencia del parque, Jorge Ceballos, jefe patrimonial del recinto, menciona que los bosques chilenos, en general, no están preparados para los incendios. A pesar de eso, el Parque Coyanmahuida cuenta con “especies un poco más avanzadas” que pueden rebrotar incluso después de haber sido quemadas completamente.

Otra de las características de la flora presente en el lugar es la importancia de su biodiversidad. Ceballos la considera representativa de lo que fue Concepción antes de la masificación del trigo. Algunas especies que se pueden encontrar son robles, laureles, peumos y naranjillos. De estos últimos, destaca un espécimen vegetal que, si bien mencionan que tiene 200 años, estiman que podría datar de mucho antes.

Además de las características propias de los árboles, los hongos que crecen en la zona también juegan un rol considerable en el proceso de reforestación. Esto, dada su capacidad de descomponer los restos quemados y restaurar los nutrientes almacenados, que a su vez son absorbidos por otras formas de vida vegetal. 

Ramón Ahumada, director del Laboratorio de Química Aplicada y Sustentable de la Universidad del Bío-Bío, detalló este proceso.

Si bien los hongos están presentes durante todo el año, su visibilidad y actividad va a depender de cada estación. Ahumada señaló que la mayoría suele expresarse con más intensidad en otoño y en primavera, independiente de que algunos se vean con mayor frecuencia en invierno y verano.

Desde la Forestal Arauco esperan que el Parque Coyanmahuida pueda llegar a ser un aula viva en algún momento.

Por ello, superintendente de Arauco en la zona comentó el interés que tienen en que la comunidad pueda utilizar el espacio de manera deportiva, recreativa y educativa. Agregó que, como a la gente le gusta el parque, será más fácil asegurar su cuidado.

Poniendo el foco en las actividades académicas, Alvear destacó que “siempre hemos tenido contacto con investigadores o estudiantes que quieren venir a hacer sus cosas en el patrimonio de Arauco, tanto en bosque nativo como en las plantaciones nuestras”.

Uno de los principales objetivos del parque es aprovechar su biodiversidad para fines educativos.