Ante el inminente cese de las operaciones de la Siderúrgica Huachipato en Talcahuano, y las desvinculaciones que van de la mano con ese proceso, la seremi del Trabajo del Biobío, Sandra Quintana, expuso que el gobierno, la empresa y los trabajadores están gestionando “un plan de salida a través de una mesa tripartita, para ir evaluando cuáles son las mejores opciones, de tal manera de ver una reinserción laboral en otras empresas del mismo holding o hacer conexiones con otras empresas de la región”.
Además, especificó que son 2 mil 500 los trabajadores y trabajadoras directamente afectados con la decisión del Grupo CAP.
La autoridad indicó que desde el Ministerio del Trabajo se apoyará a las partes involucradas a través de estrategias de conciliación, para lograr una salida que entregue equilibrio a los intereses de la empresa y, por sobre todo, la demanda de los empleados.
Además, y en lo que respecta al rol que asumirá el gobierno en este conflicto que tiene en vilo a la economía regional, Quintana mencionó que la tarea estará enfocada en “acompañar, ser veedores, revisar el término de la relación laboral, a través de la Dirección del Trabajo e ir viendo el futuro”.
“Hasta el momento sabemos que la empresa tiene disposición. Ahora falta ponerse de acuerdo en montos y en procesos. Esto no es lo mismo que una quiebra”, dijo la seremi al ser consultada sobre los resguardos legales que tienen las personas que serán desvinculadas de Huachipato.
El directorio de la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) decidió “suspender indefinidamente” las operaciones de la empresa, argumentando “imposibilidad de traspasar a precio las sobretasas al acero chino”. La decisión llegó después de que el gobierno buscara una salida para la compañía, incluso arriesgando la relación comercial con China, ante la imposición de sobretasas al acero.