“Empleo en la región del Biobío: heridas de dos shocks y desafíos estructurales” es el título del nuevo Boletín Regional del Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales Faro UDD, en el que se analizan los complejos últimos años en materia de empleo, tanto a nivel global, nacional y regional.
Durante las manifestaciones de octubre de 2019 y la pandemia, el mercado laboral en la Región del Biobío sufrió dos golpes duros. Antes de los shocks estudiados, la tasa de desocupación en Biobío era del 7,3% con 55.684 personas desocupadas. Durante los peores momentos laborales, esta cifra subió al 11%, sumando 15.966 desocupados más.
Aunque ha mejorado, con una tasa de 8,7% en marzo-mayo de 2024, aún no ha regresado a los niveles previos. Actualmente hay 68.031 desocupados en la región, 12.347 más que antes de los shocks.
A nivel país, la tasa de desempleo es actualmente del 8,3%. En comparación, Biobío tiene la quinta tasa de desempleo más alta, siendo superada sólo por Ñuble, O’Higgins, Atacama y La Araucanía. Esto evidencia la vulnerabilidad del mercado laboral en la región y la necesidad de políticas efectivas para su recuperación.
Por otro lado, el déficit de empleos se estima considerando los empleos necesarios para volver a tener una tasa de ocupación equivalente a la de pre pandemia y octubre de 2019 (7,3% en trimestre agosto-octubre 2019). En la Región del Biobío aún faltan 16.282 empleos para alcanzar esos niveles, es decir, casi cuatro mil más que la estimación basada en el aumento de desocupados (12.347), representando el 8,9% del empleo faltante a nivel nacional.
Otro aspecto importante de analizar es la tasa de participación de la región, que es la proporción de personas en la fuerza laboral respecto de la población en edad de trabajar. Esta tasa incluye tanto a empleados como a desempleados y refleja el porcentaje de personas activas en el mercado laboral.
Actualmente, la tasa de participación en la Región del Biobío es del 56,7%, aún por debajo del 57,1% previo al estallido de 2019 y la pandemia. Esta cifra es baja en comparación con el promedio nacional del 62,2%, creando una brecha de 5,5 puntos porcentuales. El Biobío es la tercera región con menor tasa de participación, solo superada por La Araucanía y Ñuble.
Patricio Órdenes, economista, profesor investigador de Faro UDD y autor del documento, sostuvo que estos datos reflejan que en la región hay un “déficit estructural” de oportunidades laborales atractivas en comparación con el resto del país.
El académico planteó que se trata de “resultados desalentadores”. Respecto de la búsqueda de soluciones, indicó que el foco debe estar en la creación de empleos, el crecimiento económico, simplificar las trabas regulatorias y reforzar la seguridad.
Finalmente, el documento recalca que a nivel nacional, el déficit de empleo afecta principalmente a personas con bajos niveles educativos, jóvenes y mayores de 55 años, lo que obliga a implementar políticas focalizadas en estos grupos y medidas que promuevan la creación de empleo formal, bien remunerado y de calidad.