La crisis del sector forestal vuelve a levantar señales de alerta en la Región del Biobío, considerada la capital de esta actividad productiva en el país. En Concepción, en el marco de la asamblea extraordinaria convocada por Corma, voces locales de la política, el empresariado y la representación sindical, solicitaron a las autoridades nacionales tomar conciencia de la magnitud del problema y avanzar en soluciones.

El gobernador Rodrigo Díaz planteó que la actividad genera alrededor de cien mil empleos y que “el cobre es a Antofagasta lo que la madera es a la Región del Biobío”. La autoridad política lamentó que el sector se vea amenazado por incendios, tomas violentas y por la instalación de “consignas que mentirosamente generan estigmas sobre el sector maderero”.

Estas condiciones, aseguró, “atentan contra el bolsillo de los hogares de la región”.

Perder la actividad forestal, manifestó Díaz, sería equivalente a “perder cinco veces Huachipato”. Ante este riesgo, destacó la articulación y la movilización para “desmitificar las mentiras”. “Nuestra vida se sustenta en esta forma de empleo, que es ecológica, que ha permitido que crezca el bosque nativo (…) No hay extractivismo, lo que hay es inteligencia aplicada”, recalcó.

Díaz reiteró el llamado a desarrollar propuestas para “fortalecer y defender el bosque y la actividad forestal en el Biobío”, tanto a las autoridades en ejercicio como a quienes aspiran a cargos de elección popular.

Por su parte, Paola Zúñiga, presidenta provincial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), lamentó que “las y los trabajadores siempre somos la parte más golpeada, sobre todo cuando se están cerrando las industrias en la región” y solicitó al Ejecutivo entregar herramientas de apoyo a la industria, a pequeños y medianos empresarios.

Quien profundizó en el impacto del rubro forestal en la región y su vínculo con otros sectores productivos fue el presidente de Sociedad Agrícola de Biobío (Socabio), José Miguel Stegmeier. En línea con lo señalado desde Corma, sostuvo que es momento de un “reimpulso” a la actividad.

Asimismo, afirmó que se requieren soluciones para atender el riesgo de los suelos erosionados, entre las cuales podría estar el fomento a pequeños y medianos emprendedores, relevando el cuidado medioambiental.

Finalmente, aseguró que “estamos insistiendo ante el Ministerio de Agricultura, hemos conversado bastante con el ministro (Esteban) Valenzuela, acerca de un plan de fomento forestal para la agricultura pequeña y mediana y que considere que las plantaciones comerciales, que requiere la industria, los aserraderos, sean también un negocio de los agricultores”.