Este sábado 13 de abril Irán disparó más de 200 drones y misiles contra Israel en represalia por un bombardeo a su consulado en Damasco, Siria, convirtiéndose en el primer ataque directo desde la República Islámica hacia territorio israelí.
La iniciativa iraní alertó a gran parte de la población, no solo en Medio Oriente, sino que también en Europa, Estados Unidos y, por qué no decirlo, al resto del mundo, gracias a la rápida difusión de mensajes y videos en internet.
Tras el ataque, Israel e Irán se acusaron mutuamente este domingo en la ONU de ser la principal amenaza para la paz en Oriente Medio, al instar cada uno al Consejo de Seguridad a imponer sanciones contra su enemigo jurado.
Para la académica Paulina Astroza Suárez, directora del Centro de Estudios Europeos UdeC y especialista en Relaciones Internacionales, el ataque “corresponde a un cambio en la política exterior de Irán”, que durante décadas mantuvo una estrategia de paciencia y ataques indirectos a través de grupos como Hezbolá, el propio Hamás o los rebeldes hutíes de Yemen.
De ahora en más, los posibles escenarios en la zona dependen, principalmente, de la réplica que asuma Israel. En ese sentido, y sobre todo tras los llamados de Estados Unidos y Europa al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para moderar las acciones beligerantes, Astroza sostiene que “nadie quiere que este conflicto escale”.
Astroza argumenta que, a nivel político, el primer ministro israelí tiene, por un lado, una amplía oposición en la población de su país, que no avala todas las decisiones del gobierno en la guerra contra Hamás, y por otro, una facción de su coalición de gobierno presiona por una respuesta ante el ataque.
Algo similar ocurre en Estados Unidos, donde Joe Biden debe equilibrar sus acciones políticas tanto en el extranjero como a nivel interno, considerando las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Además, agrega la académica, están las consideraciones económicas. “Subiendo el precio del petróleo, el control de la inflación se hace cada vez más difícil y eso produce efectos en la población”, argumenta.
La analista internacional también se refirió al “factor nuclear” como un elemento disuasivo en el camino a una eventual tercera Guerra Mundial. “Yo creo que aquí sigue funcionando el viejo principio de la disuasión y la supervivencia”, considerando que “hay capacidad para destruir el mundo varias veces”.
Finalmente, cabe señalar que el gobierno israelí ha comunicado que continuará con la guerra en Gaza por largo tiempo. De hecho, anunciaron un ataque sobre la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, donde se hacinan 1,5 millones de desplazados palestinos.
Mientras tanto, sus aliados desaconsejan la extensión del conflicto en Gaza y la escalada con Irán (aunque estados Unidos, Alemania y el Reino Unido no suspenden sus transferencias de armas a Israel), y Egipto teme que cientos de miles de palestinos entren en su territorio.