Este viernes se cierra uno de los procesos de “50 años | 50 acciones”, ya que en el 2024 buscarán sistematizar y dar un espacio reflexivo en torno a las acciones realizadas, así como dar contexto a la trama que han levantado en el territorio.
Las acciones convocadas hace ya cuatro meses por la agrupación artística Mesa 8, en colaboración con el Archivo de Artes Visuales del Biobío y la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; implicó un arduo trabajo que tendrá su hito final este viernes 15 de diciembre a las 19:00 horas con la acción de la Colectiva “Urdiendo Memorias” en la plaza Independencia de Concepción.
En “50 años | 50 acciones, Imaginando el Porvenir”, conmemoración de los 50 años del golpe cívico militar, la producción realizada por un equipo de artistas escénicas, a cargo de Camila Quinteros y Montserrat Larenas, se convirtió, además de su labor funcional, en un quehacer que dio contención y dignidad al trabajo artístico.
“Fue un gran desafío, ya que trabajar con más de 50 artistas y colectivos, que iban desde duplas hasta iniciativas más grandes, de 6 u 8 personas, significó un gran esfuerzo de parte del equipo, al deber cumplir con los requerimientos de cada una de las acciones; siendo resolutivas, desplegando una gran versatilidad y logística, poder de observación y diálogo, ya que debíamos entrar al ejercicio artístico de cada colectivo”, explicó la bailarina y productora, Camila Quinteros.
En ese sentido, en la labor con los artistas fue fundamental el diálogo sobre sus ideas y acciones. “Existió un ejercicio de seguimiento en el que tuvimos que preguntarnos ¿cómo describes tu acto?, ¿cómo describes tu arte?, ¿cómo es tu relato?, buscando una descripción que abarcara desde lo técnico y lo más tangible, hasta las sensibilidades de cada idea”, relató la productora.
Desde el mundo artístico
A 10 años de su primera propuesta “40 años | 40 acciones”, se buscó poner en valor a los artistas del Biobío y sus expresiones respecto a la situación política pasada y actual del país, pero sobre todo, recordar a la sociedad local, las atrocidades y violencia que dejó la dictadura en la memoria nacional.
Asimismo, desde la Colectiva “Urdiendo Memorias”, Ester Hernández, reflexionó sobre las mujeres, madres, esosas, hijas y hermanas que aún buscan respuestas sobre sus detenidos y detenidas desaparecidas. “Toda la gente que se fue al exilio, volvió a un Chile totalmente diferente, a un Chile neoliberal, a un Chile lleno de individualismo y donde el mercado es el que dirige todo; sin tener aún una ley respecto de esa violencia que castigue a los culpables, estos delitos, que fueron delitos de lesa humanidad, a pesar de haber firmado los convenios, Chile no los hace efectivos”.
Como parte de este ejercicio de cierre se invitó a integrantes de las acciones realizadas, como Lidia Mansilla Valenzuela, Pamela Cantautora, María Luisa Pavez, Montserrat Larenas, Carla Cimarrona y Chamiquiur, quienes a través de una performance, poesía, música y danza, culminarán esta iniciativa que reunió por casi cuatro meses a 50 acciones artísticas en distintos puntos de la Región del Biobío y la diáspora por otros territorios del mundo.
“Esta acción viene a manifestar el traspaso de las memorias de una generación de ex-prisioneras políticas y sobrevivientes de la dictadura, que fueron violentadas sexualmente, y que a través del símbolo de la venda vienen a entregarnos un legado de historias vividas encarnadas de resistencias. La violencia política sexual es un crimen de lesa humanidad que gracias a la lucha de mujeres sobrevivientes ha logrado visibilizarse en Chile, pero no ha sido reconocida ni sancionada judicialmente en su mayoría”, explicaron desde la organización.
La performance será interpretada y expuesta en los cuerpos de las participantes, acción que la productora, Camila Quinteros, compara con la primera actividad de “50 años 50 acciones”, que correspondió al mapeo colectivo de la Cooperativa Nomada Sur. “Se geolocalizará la historia tanto como la violencia ejercida en dictadura, así como también la organización y la resistencia a ella. Desde lo personal siento que vamos a cerrar con un acto que interpretará a aquellas personas que la vivieron en carne propia, una visibilización importante de llevar al territorio y al cuerpo, que nos corresponde mostrar y recordar”, indicó.
Observaciones etnográficas
En el marco de las acciones organizadas por Mesa 8, la estudiante de Antropología e Historia de la Universidad de Concepción, Nicol Henríquez, fue convocada a realizar una serie de observaciones etnográficas junto a la organización y los artistas, colectivos y grupos participantes.
La profesional realizó alrededor de 12 observaciones etnográficas, desde el 23 de septiembre hasta el 24 de noviembre del 2023, abordando distintas acciones y los distintos puntos dónde se realizaron. “Me sorprende ver que hasta la actualidad persiste el silencio, el miedo a hablar, persiste ver a un otro como un enemigo, de quien hay que desconfiar, “porque es facho”. Ya han pasado 50 años del golpe de Estado cívico y militar y la memoria sigue viva, en los miedos, en la desconfianza, en el silencio, en los cuerpos. Creo que es momento de hablar en torno a los derechos humanos y dialogar de forma transversal, no desde un partido político, porque los derechos son universales, y debieran ser un tema de interés transversal que cruzará a los diversos sectores políticos en Chile”, comentó.
En esa línea, asegura que el arte de acción se configura como un lenguaje, que utiliza distintos dispositivos artísticos para comunicar, y en este contexto se pregunta si “¿será posible que se llegue a un consenso para repudiar las acciones en torno al golpe, ¿será posible que las nuevas generaciones se aproximen a un diálogo que les permita ser una posta de esta conciencia política y social?”.