Tras el aumento de casos positivos de COVID-19 en la Región del Biobío, los recursos disponibles en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los centros clínicos y hospitales se han hecho más escasos. Para enfrentar esta dinámica de sucesos, el Hospital Guillermo Grant Benavente (HGGB), cuenta con el apoyo de una herramienta computacional de simulación que permite estimar anticipadamente la fecha de la saturación de las camas-UCI.
Lorena Pradenas, académica del Departamento de Ingeniería Industrial de la UdeC, investigadora del ISCI y miembro del equipo, explica que “es un instrumento que se ha ido sintonizando día a día, con datos reales del número de pacientes que desafortunadamente han requerido de UCI”.
Como consecuencia de la aplicación de esta herramienta, cientos de personas han sido beneficiadas al contar con un modelo de predicción del uso de la UCI. Víctor Parada, académico del Departamento de Ingeniería Informática de la USACH y miembro del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) e integrante del grupo de trabajo, manifiesta que: “La gestión que ha realizado la UCI del HGGB hasta ahora ha sido muy eficaz y esta herramienta tecnológica ha apoyado en parte esa compleja tarea”.
En una emergencia sanitaria se suelen reservar recursos críticos para atender una demanda repentina de pacientes en los distintos servicios de un hospital, lo que permite que los enfermos que lo necesiten sean conectados inmediatamente a los equipos de tratamiento. Sin embargo: “Una unidad UCI también es requerida por pacientes con otros problemas de salud que no se relacionan directamente con la emergencia, y a quienes hay que atender con todo el soporte disponible”, afirma Marta Werner, académica del Departamento de Salud Pública de la UdeC y miembro del equipo.
Desde el punto de vista de la gestión, un modelo de simulación es la herramienta apropiada para prospectar cuándo la disponibilidad de camas-UCI puede llegar a ser insuficiente. Al determinar el punto de congestión, la simulación también revela el intervalo remanente hasta que se llegue a ese instante, y en consecuencia, se logran cuantificar los recursos disponibles que se destinan al tratamiento de pacientes regulares.
Consultada en nuestro espacio Dialogando con la Ciencia, sobre los beneficios de la implementación de esta herramienta para los profesionales de la salud encargados, Lorena Pradenas expresó que «es una satisfacción para ellos ya que están en unidades muy estresantes (…) entonces el saber que hay un proyección de 10 días o 3 semanas es un alivio».
Por su parte, Leandro Parada, Ingeniero Mecánico con Magíster en Ingeniería Industrial de la UdeC e integrante del equipo, sostiene que: “El análisis de los resultados de la simulación, no sólo permite identificar la holgura de recursos disponibles, sino que además, los nuevos recursos UCI que serán necesarios cuando se alcance la capacidad actual”.
En el caso del Hospital HGGB, muchas cirugías se han realizado sin mayores problemas al conocer esta vital información que nace desde el punto de congestionamiento de peor caso que corresponde al peor escenario simulado por la herramienta. De no haber contado con esa herramienta y en consecuencia, teniendo un mayor grado de incertidumbre, algunas de esas cirugías podrían no haberse realizado.
Más detalles en la entrevista realizada a la académica Lorena Pradenas en Dialogando con la Ciencia, escucha aquí.