Hasta la Región del Biobío se trasladó la delegada presidencial para la reconstrucción de las zonas afectadas por los incendios forestales, Paulina Saball.
En Concepción, sostuvo un encuentro con los seremis involucrados en este proceso, para luego trasladarse a las comunas afectadas por la emergencia y reunirse con sus alcaldes y alcaldesas, principalmente para dar a conocer los detalles del plan anunciado a inicios de esta semana por el Presidente Gabriel Boric en Ñuble, que considera 36 medidas por un costo de más de 229 mil millones de pesos.
Saball se refirió, en primer lugar, a la lentitud en la instalación de viviendas de emergencia, que en la Región del Biobío apenas supera el tercio del total, con 470 de las más de 1200 requeridas.
A un mes de que se cumpla el plazo establecido por el mandatario para completar la instalación en Ñuble, Biobío y la Araucanía, señaló que «hemos tenido dificultades, no las hemos negado nunca, y sobre esas dificultades estamos operando para garantizar el cumplimiento de ese compromiso».
De forma paralela, comienza a desarrollarse el proceso de construcción de las viviendas definitivas. Sobre este punto, la delegada presidencial declaró que es preferible «hablar de hitos más que de plazos», destacó que los subsidios consideran montos mayores a los programas habituales en esta materia (1.600 UF para el sector rural y 1.400 UF para el sector urbano) y resaltó que ya se han entregado los primeros correspondientes a Biobío.
Este trabajo requiere de la colaboración intersectorial entre los ministerios de Vivienda y Bienes Nacionales, especialmente por los trámites burocráticos asociados a la regularización de títulos de propiedad. Paulina Saball destacó que esta última cartera ha optimizado estos trámites, pasando de doce a ocho meses, y que el Minvu también ha agilizado sus procesos para ir en ayuda de las familias damnificadas.
La representante del Ejecutivo comentó la importancia de la colaboración con los gobiernos regionales para elaborar en conjunto estrategias de infraestructura y de gestión de riesgos de desastres, entre otros temas. En particular, valoró positivamente el rol del Gore Biobío como una entidad que «ha estado disponible desde el principio para complementar recursos públicos donde no es posible llegar».
Situación regional
Quien entregó más detalles respecto de los avances del proceso en Biobío fue la delegada presidencial Daniela Dresdner. Junto con desmentir las estimaciones de prensa que señalaban un promedio diario de ocho viviendas instaladas e indicar que el número «cada día va aumentando», destacó la entrega de un bono a las familias que ya recibieron o que aún esperan las viviendas de emergencia.
La autoridad política regional se refirió además a la posibilidad de apoyar las iniciativas de autoconstrucción, es decir, de otorgar recursos directos para que las familias damnificadas puedan reconstruir por sus propios medios. Al respecto, afirmó que no es una alternativa para la instalación de viviendas de emergencia, si en aquellas definitivas.
Finalmente, consultada sobre el número de viviendas de emergencia habilitadas para su uso, la delegada presidencial no entregó cifras exactas y afirmó que «los procesos de habilitación están corriendo paralelamente, por parte de los municipios en algunos casos, y en otros por los convenios que tenemos con las eléctricas y con Essbio. Los números no son tan exactos porque dependen de los avances de los municipios y del trabajo que ellos están haciendo».