Reconocimientos y palabras recibieron este lunes las 238 personas pertenecientes a los tres campus de la Universidad de Concepción que participaron, a través de diferentes modalidades, en las redes de voluntariados que acudieron en ayuda de los damnificados por los recientes incendios forestales. En el marco de la respectiva ceremonia institucional, se detalló que un 66,3% corresponde a estudiantes, un 16,8% a profesionales, un 16,8% miembros del cuerpo académico y un 1% a Alumni.
Una demostración de vocación pública fue constatada por la UdeC tras investigar e identificar las redes de apoyo que, en el contexto de la emergencia, fueron constituidas por las y los integrantes de sus campus Concepción, Chillán y Los Ángeles, y que en muchos casos siguen operativas durante el actual proceso de reconstrucción.
Parte de dichos esfuerzos fueron coordinados por el director de Vinculación Social, Jaime Contreras Álvarez, quien participó de la ceremonia junto con la directora de Personal, Cecilia Saavedra Valenzuela; la directora de Docencia, Carolyn Fernández Bradana; el director de Postgrado, Bernardo Riffo Ocares, y la subdirectora de Servicios Estudiantiles, Marta Barrios Vergara.
Quien lideró los reconocimientos, la vicerrectora de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio, Ximena Gauché Marchetti, agradeció la rápida respuesta de la comunidad UdeC, lo que, a su parecer, es característico «de una universidad pública que nace desde la ciudadanía».
La vicerrectora también tuvo palabras para quienes, desde los niveles de organización institucional y estudiantil, coordinaron la llegada de las ayudas.
Por su parte, el director de Vinculación Social de la VRIM, Jaime Contreras, destacó que la ceremonia de reconocimiento también es representativa de los muchos «voluntarios anónimos» que desarrollaron funciones al alero de las facultades y carreras.
En ese marco, relevó el impuso que desde la VRIM y su repartición se ha dado, desde el año pasado, a la gestión del Voluntariado UdeC. Dicho trabajo, afirmó, continuará hasta que se establezca oficialmente una oficina que acoja dicho altruismo.
Cabe destacar que la citada ceremonia involucró la entrega de diplomas para cada colaborador, y, además, la donación de dos árboles de quillay para cada campus, como representación del compromiso universitario.