A la medianoche del jueves 1 de septiembre finalizará la campaña de cara al plebiscito de salida, periodo que comenzó el 6 de julio y que ha permitido a las opciones Apruebo y Rechazo difundir sus ideas a lo largo de todo el país y en distintos formatos.
Uno de los principales hitos de las campañas políticas en Chile es la franja electoral, que partió en 1988 y que es transmitida por los canales de televisión abierta.
Con ocasión de este inédito plebiscito constitucional, cada alternativa cuenta dos veces al día con quince minutos, en una transmisión que no ha estado exenta de polémicas, siendo la más reciente la provocada por un testimonio en la franja del Rechazo, en el que se daba cuenta de una agresión sexual no denunciada.
¿Es relevante aún esta forma de hacer campaña? ¿A quiénes le hablan los comandos cuando quedan menos de dos semanas para la consulta? Según Javier Pérez, magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos y profesor de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, «las dos franjas tienen propósitos distintos».
En el caso del Rechazo, manifestó, el desafío es «afirmar a sus convencidos y evitar la fuga de votantes», teniendo en cuenta que las encuestas indican una eventual ventaja a su favor.
Para el Apruebo, en tanto, Pérez sostuvo que «la opción de sus votantes más duros y también tratar de permear hacia el centro, al votante indeciso, de centro izquierda más moderado, que votó por el Presidente Gabriel Boric en segunda vuelta».
El especialista destacó las características particulares de la franja electoral chilena, que de manera gratuita permite un espacio en televisión abierta a las distintas expresiones políticas.
Sin embargo, consultado sobre el efecto que esta franja podría tener en el resultado del plebiscito constitucional del 4 de septiembre, expresó que «es difícil proyectar, lo que si sabemos es que desde hace tres o cuatro semanas, la diferencia entre el Apruebo y el Rechazo se ha mantenido estable».
Finalmente, Javier Pérez declaró que «es muy difícil medir si hay un cambio de tendencia» y profundizó en la situación de los indecisos, señalando que la cifra que muestran las encuestas (entre 10% y 15%) es menor que lo mostrado en elecciones como la presidencial de 2021 y que no es seguro que esos indecisos concurran a las urnas el día del plebiscito. La evidencia, indicó, es que 4 de cada 10 indecisos finalmente vota.
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