La Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional finalizó las votaciones de las indicaciones que se encuentran agrupadas en el Bloque Temático N° 2, según su metodología de trabajo.
La co-coordinadora de la Comisión, Janis Meneses, valoró el trabajo realizado, el esfuerzo realizado por los y las constituyentes y la voluntad de los diversos sectores para lograr acuerdos.
Mientras que su par en la testera, César Valenzuela, se mostró satisfecho por los avances que ha mostrado la comisión y adelantó lo que viene para la instancia en las próximas sesiones.
Entre los artículos que pasaron la valla de la Comisión, se encuentran el derecho a la libertad de conciencia, pensamiento, creencias, cosmovisión y religión, que consagra que toda persona tiene la libertad de tener o de adoptar la religión o las creencias a su elección y que nadie será objeto de medidas coercitivas.
Además, se aprobó el Derecho a la libertad de expresión. Éste indica que toda persona tiene derecho a la libertad de emitir opinión y de informar en cualquier forma y por cualquier medio, así como a disponer de información veraz, plural e imparcial, y fundar medios de comunicación.
Asimismo, se aprobaron artículos relacionados con derechos sexuales y reproductivos, consagrando a todas las personas como titulares de estos derechos. También a recibir una educación sexual integral, que promueva el disfrute pleno y libre de la sexualidad, enfocada en el placer; la responsabilidad sexo-afectiva; la autonomía, el autocuidado y el consentimiento.
El Derecho de propiedad también pasó la etapa de la Comisión. Éste velará que la Constitución asegure a todas las personas naturales y jurídicas este derecho en todas sus especies y sobre toda clase de bienes, exceptuándose los que la naturaleza ha hecho comunes a todas las personas y aquellos que la Constitución o la ley declare inapropiables.
Por último, se ratificó el derecho de propiedad de los pueblos y naciones indígenas, que les garantiza el derecho a la propiedad colectiva de las tierras, territorios y bienes comunes naturales y espacios sagrados que actual o tradicionalmente han poseído, ocupado o utilizado, que constituyen la base espiritual y material de su identidad individual y colectiva, la condición para la reproducción de su cultura, desarrollo y plan de vida, y la garantía del derecho colectivo a su continuidad histórica.