Treinta cámaras trampa, con sensor de movimiento, fueron instaladas en distintos puntos de la Reserva Nacional Isla Mocha con el fin de monitorear la fauna del lugar y sus amenazas. Durante cinco días, personal del departamento regional de Áreas Silvestres Protegidas recorrió y estudió cada uno de los sectores más adecuados para llevar a cabo este trabajo.
Esta labor se inserta dentro del programa nacional de monitoreo de fauna, implementado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y que permite hacer un seguimiento del comportamiento de la fauna y sus amenazas, en diversas áreas silvestres a lo largo del país.
El jefe provincial de Conaf Arauco, Guillermo Reyes, detalló que «las cámaras permanecerán hasta diciembre, fecha en que serán retiradas, extraída su información desde las tarjetas memoria y analizadas por nuestro equipo. Lo interesante es el levantamiento de información en imágenes, fotografías o vídeos, de las especies que tienen como hábitat a la Reserva Nacional Isla Mocha o como sitio de paso».
La Reserva Nacional Isla Mocha, tiene una superficie de 2.368 hectáreas, y ocupa el 45% de la superficie total de la isla que lleva el mismo nombre. En el lugar se protege, mayormente, su ambiente boscoso que se destaca por su alta riqueza de especies de flora y fauna, y su alto endemismo.
Entre las subespecies endémicas se encuentran el tordo austral de la Mocha (Turdus falcklandii mochae), el chucao de la Mocha (Scelorchilus rubecula mochae) y el rayadito de la Mocha (Aphrastura spinicauda bullocki). Otras especies endémicas que encontramos en la unidad son la ranita de la Mocha (Eupsophus insularis) y el roedor degú de la Mocha (Octodon pacificus). Esta última especie es muy relevante, debido a que se considera un fósil vivo, dado que se encuentra presente en la isla desde la época del Holoceno; se creía extinto hasta 2016a año en que volvió a registrarse.
En el marco de lo anterior, la encargada regional de la sección Diversidad Biológica de Conaf, Ana Hinojosa, precisó que «desde hace más de diez años, los guardaparques de esta reserva nacional se distinguen por la gran labor que ejercen en las diversas actividades de monitoreo de la biodiversidad y el control de sus amenazas, destacando el monitoreo de aspectos físicos y biológicos de la Laguna Hermosa, ubicada al interior de la unidad. Así también en la búsqueda permanente del degú de la Mocha y el monitoreo de reproducción de la fardela blanca, junto a la ONG Oikonos, entre otras acciones».
En una primera etapa, fueron seleccionados sesenta puntos de monitoreo, en los que se instalaron treinta cámaras. Al término del período planificado, se re localizarán en los sectores faltantes.