Hasta La Moneda llegó el Gobernador Regional del Biobío, Rodrigo Díaz, con el objetivo de entregarle una carta al Presidente Sebastián Piñera, para manifestar la disconformidad de las autoridades de la región por no haber sido considerados en la decisión de decretar Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en estos territorios; y, asimismo, presentaron su voluntad de trabajar mancomunadamente para enfrentar la problemática en su integridad.
“Vemos que la medida de Estado de Excepción Constitucional de Emergencia, que es legítima dentro de las facultades presidenciales, sólo aborda la materia de orden público, por un tiempo acotado de apenas 15 días, renovable por 15 días más”, planteó el gobernador, acompañado de los alcaldes de Mulchén, Jorge Rivas, y de Quilaco, Pablo Urrutia.
A través de la misiva se busca, según Díaz, “tenderle una mano al Presidente Piñera y decirle: abordemos con integridad todos los problemas en las provincias de Arauco y de Biobío, porque la gente quiere resolverlos de una vez”.
Además, Díaz aclaró que “tampoco he recibido comunicación oficial de visitas del Ministro del Interior a la Región. Extraoficialmente, sí sé que está en la Región. Y cuando me enteré le pedí al Delegado Presidencial Regional que me recibiera para manifestarle cómo colaboramos desde la Región a construir bien común, pero no he tenido respuesta”.
Por su parte, el alcalde de Quilaco, Pablo Urrutia, comentó que “lo mínimo que se podría hacer es conversar para tomar decisiones juntos, porque como alcaldes sabemos dónde están los problemas”.
Por último, el alcalde de Mulchén, Jorge Rivas, sostuvo que la entrega de esta carta “es una decisión conjunta con los alcaldes de nuestra Región, con quienes tuvimos una reunión ayer. Esto con la finalidad de que seamos incorporados también como actores importantes del territorio del Biobío”.
Finalmente, Rodrigo Díaz aprovechó de “enviarle un mensaje también a la Convención Constitucional y a quienes son candidatos la Presidencia de la República, a que resolvamos el problema que afecta a los pueblos originarios y también a muchas decenas de miles de personas que no son mapuche, pero que viven y trabajan en ese territorio”.