En el contexto de la grave crisis sanitaria y económica producida por el Coronavirus, COVID-19, el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), integrado por 30 instituciones que representan las más diversas tradiciones intelectuales y culturales del país, ha estimado un deber cívico y una responsabilidad propia de su misión hacer un llamado a la conciencia pública nacional, fundado en las siguientes consideraciones:
1.- Que es evidente que esta peligrosa emergencia que amenaza la vida y la salud de miles de personas nos sobrevino en una coyuntura social y política de aguda tensión y antagonismos no resueltos. Que ello mismo dio cauce a un proceso institucional que debe conducir a relevantes decisiones políticas de la mayor envergadura para la historia nacional.
2.- Atendida esta lamentable coincidencia, nos permitimos llamar a toda la ciudadanía y especialmente a sus representaciones políticas, a no confundir los planos porque el país necesita con urgencia en esta hora, de su mayor cohesión y unidad de propósitos. Que para alcanzar este objetivo debemos ser capaces de deponer nuestras desconfianzas y prejuicios, también las ventajas económicas o políticas que podamos tener unos u otros.
3.- Que en tal sentido todos debemos sumarnos y respaldar los esfuerzos que está desplegando la autoridad sanitaria, nuestro gobierno y el sistema político en su conjunto, lealtad cívica que no excluye, ciertamente, la discrepancia o la crítica legítima, respetuosa y fundada.
4.- En concordancia con la función social que cumplimos en la tarea de generar y aportar conocimiento a la sociedad, nuestras universidades continuarán ofreciendo y colaborando con todos sus recursos disponibles, desde sus centros de investigación, con sus profesionales y expertos(as), así como con sus laboratorios de diagnóstico del COVID-19 y la producción de insumos que puedan ir en apoyo de la protección de las personas.
5.- Queremos también agradecer públicamente, en nombre de nuestras comunidades universitarias, a todas las personas que están sirviendo en los establecimientos de salud públicos o privados, laboratorios clínicos o en otras áreas de servicio, sea en labores de seguridad, de administración, transporte, abastecimiento u otras, pues esas chilenas y chilenos hacen posible la protección de todos los demás, a veces con grave riesgo de su propia seguridad o integridad.
6.- Cuando salgamos de esta crisis sanitaria cuyos efectos económicos y sociales serán muy graves y más prolongados, estaremos ad portas de un plebiscito constitucional o de otras decisiones institucionales relevantes para Chile. Será mucho mejor arribar a ese momento después de un esmerado, visible y convincente esfuerzo de cohesión y solidaridad social.
Por tales razones nos permitimos esta vez, más allá de lo que hacemos siempre dado el rol del CRUCH, llamar a que contribuyamos cada una y cada uno de nosotros toda vez que el propio altruismo cívico sea necesario, antes que emplazar o interpelar a otros. La mejor vocación democrática y republicana para esta dramática perturbación de la vida pública y privada, será la que nos haga capaces de identificar cómo superar juntos los peligros y daños sanitarios que ya asolan al país, pero también sobreponernos hoy y mañana al dolor y las graves consecuencias de las pérdidas económicas que tendrán las personas, las empresas y el país.