Según el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), que recopiló datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y del Departamento de Extranjería y Migración de Chile, las personas provenientes de otros países aumentaron de 305 mil en 2010 a casi 1.500.000 en 2020. Una situación que se ha tornado crítica durante los últimos meses y que estalló este fin de semana, cuando una marcha contra la migración convocada en Iquique, culminó con objetos personales de extranjeros siendo quemados en la vía pública.

Sobre las características que tiene este proceso en nuestro país, el Dr. Manuel Antonio Baeza, académico del Departamento de Sociología UdeC, expuso que “no somos los únicos que estamos sufriendo este tipo de situaciones, estamos frente a un fenómeno internacional”, a lo que sumó que “todo fenómeno migratorio masivo se transforma en una crisis humanitaria”.

Es preciso mencionar que las estimaciones del INE dan cuenta de que actualmente los venezolanos son el grupo más grande en Chile (30,5%), seguido por peruanos (15,8%) y haitianos (12,5%).

Sobre las conductas que se generan en torno a la migración -y que pueden llevar a actitudes de criminalización y prejuicio hacia los extranjeros, además de racismo y discriminación-, el sociólogo sostuvo que “estas llegadas masivas tienden a exacerbar los ánimos negativos, por lo que hay peligro de reacciones xenofóbicas y racistas también”.

En ese aspecto, Baeza planteó que hay que considerar dos elementos que agravan este tipo de crisis, aludiendo a la ineficacia de los organismos internacionales y a las responsabilidades compartidas de los gobiernos respectivos.

El 20 de abril de este año comenzó a regir la Ley N° 21.325 sobre Migración y Extranjería. La normativa, entre otras cosas, además de disponer la creación del Servicio Nacional de Migraciones, sólo les permite regularizar su situación a quienes entraron a Chile por un paso habilitado antes del 18 de marzo de 2020, mientras que las personas que ingresaron de manera clandestina por pasos no habilitados tienen un plazo de 180 días para abandonar el país, sin sanción.

Sobre las acciones que debería poner en marcha el Gobierno en el corto plazo, dada la gravedad de los hechos, el académico UdeC dijo que “como actitud humanitaria inmediata se requiere que las personas sean recibidas como seres humanos y que se adopten las medidas de hospitalidad básica”.

Cabe precisar que en mayo de este año, y en el contexto de las salidas de migrantes para las que el Gobierno había contratado 15 aviones comerciales, expertos de la Organización de Naciones Unidas pidieron detener sin demora los planes de expulsiones colectivas, argumentando que dichas personas tenían “derecho a permanecer en el país mientras se valora su situación de acuerdo a las normas de Derechos Humanos”.

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Foto: davidnoticias.cl