“El río sueña” es la primera entrega de “Secas. Defensoras de las aguas”, trilogía de cortometrajes documentales que centra su interés en los casos particulares de colectivos de mujeres pertenecientes a tres distintos territorios, de la mano de tres diferentes momentos del actual Proceso Constituyente a lo largo del país.
Dirigido por Galut Alarcón, y con la producción de Chamila Rodríguez (Poetastros), su primer avance ya se puede ver online.
El estreno de este corto documental será el viernes 24 de septiembre, a las 12:00 y a las 18:30 horas en la sala Insomnia, del Teatro Condell de Valparaíso. Quedará en cartelera en la franja de Piezas Nacionales, dedicada al cine chileno.
También se exhibirá, en modo online, como parte del 28º Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICV), que se celebrará del 11 al 17 de octubre. Posteriormente, a fin de mes, la obra audiovisual estará disponible en el sitio web www.secas.film donde ya se puede acceder a materiales exclusivos fotográficos y audiovisuales.
El título “El río sueña” nació de una conversación con una de las defensoras del río Choapa. En este territorio es parte de la idiosincrasia local la idea de que cuando los ríos permanecen secos por bajas precipitaciones, todo empieza enrarecerse con un ruido que no se sabe de donde proviene, las aves vuelan y los demás animales se desplazan hacia las zonas más altas del lecho seco. A esta relación con la ausencia y la presencia latente del caudal, la identifican con la creencia que el río sueña, y es aviso seguro que el agua bajará desde la montaña, rompiendo todo a su paso.
Esta figura, que otorga al río una personalidad humana como la conciencia y la capacidad de soñar, es muy coincidente con los nuevos paradigmas eco políticos que buscan implementar nuevas formas de regulación de la actividad económica productiva y extractiva. Al entender a la Naturaleza como un sujeto de derecho, un río debe correr libre desde la cordillera al mar, sin ser envenenado con químicos industriales; un glaciar debe existir sin ser dinamitado o triturado para traslado; una laguna debe continuar decantando las aguas de sus afluentes y permanecer como un espejo de las nubes en la tierra. Es un imperativo nacional que debe ser implementado en la nueva Constitución y puesto en marcha por las comunidades como un nuevo escenario de justicia hídrica y ambiental.
Los testimonios de cada una de las protagonistas de “Secas. Defensoras de las aguas” tienen en común el hecho de reflejar en su relato la forma de vida en resistencia de pequeñas comunidades, la mayoría rurales, pero también urbanas, que a partir del año 2000 han experimentado en su día a día diferentes trastornos debido a la escasez hídrica para el consumo de agua y sus usos de subsistencia, producidos fundamentalmente por la instalación de proyectos empresariales (público – privados), que han hecho un uso indiscriminado de fuentes hídricas naturales a lo largo de todo Chile. Así, cada pieza documental, se adentra en luchas cotidianas de cada una de estas mujeres, gatillos de participación de los más sencillos y representantes de conflictos socio ambientales de sus comunidades amenazadas por la extinción.
La trilogía busca movilizar una reflexión en torno a una crisis de supervivencia que, a nivel nacional, afecta a una población cercana a un millón de personas desde el Norte Grande hasta la Patagonia y amenaza a más de la mitad de los habitantes del país. El conflicto es observado dentro de la línea temporal del proceso de redacción de la Nueva Constitución en Chile.
“El río sueña” se filmó en Salamanca, Cuncumén, Panguecillo, Quelén, Cabildo, Pirque, Cajón del Maipo y Paine, Laguna de Aculeo de la mano de las defensoras Verónica Vilches, del Río Cabildo; Milena Báez, del Río Choapa; Jenny Karú, de la Laguna de Aculeo; Verónica Ahumada y el Monasterio de hermanas Carmelitas Descalzas del Río Maipo.
Cuenta además con la participación de las actrices Chamila Rodríguez, María Paz Grandjean, Gabriela Arancibia, Norma Hueche.
Una obra realizada gracias a las alianzas con la Fundación Friedrich Ebert-Chile y Greenpeace, y la colaboración de Amnistía Internacional y Mujeres Modatima Nacional.