Con diversos seminarios, desde la Fundación Antonia, han presentado el estudio que desarrollaron sobre violencia de género. La información que emana del análisis apunta a un permanente estado a la defensiva de las mujeres, en diferentes ámbitos de la vida, tales como la calle, en el mundo digital y en lo laboral.
Esta investigación se ejecutó a través de una metodología cuantitativa y otra cualitativa y la Fundación Antonia la realizó durante el 2023 y el 2024 en la Región del Biobío, con financiamiento del Gobierno Regional. Lograron llegar a 5.528 mujeres de las 33 comunas, lo cual demuestra más del 1% de las mujeres mayores de 18 años de todas las comunas de la Región, con un muestreo por cuotas proporcionales por comunas.
La encuesta se aplicó por redes sociales y también en terreno, a través de mil encuestas. Por otro lado, se realizó un muestreo estructural por grupos por rango etario, donde llegaron a cerca de 200 mujeres.
En esta última metodología de estudio, se convocó a conversaciones confidenciales a través de oficinas de la mujer, centros de la mujer, municipalidades, dirección de desarrollo comunitario, que se realizaron en 10 comunas. En ese contexto lograron mapeos colectivos, donde las convocadas establecían íconos con los tipos de violencia en diferentes puntos de mapas de las comunas.
Sobre los resultados, la directora de Estudio e Investigación de Fundación Antonia, Cecilia Bocaz, explicó que “se considera que la violencia de género es un fenómeno multidimensional y es reconocido como una experiencia de vida desde la etapa de infancia de las mujeres. La violencia psicológica es el tipo de violencia que más prevalece en las tres provincias de la Región del Biobío y es transversal a todas las experiencias de violencia de género”.
Los lugares que se reconocen con mayor prevalencia de vivir violencia de género son: la calle con 70% de las respuestas, el transporte público con un 59% y la casa con 52%.
Dentro de algunos hallazgos, en el estudio se concluyó que 8 de cada 10 mujeres teme caminar sola durante la noche después de haber vivido un hecho de violencia; 8 de cada 10 mujeres han recibido comentarios sobre su cuerpo por parte de un hombre haciéndolas sentir incómodas; y 8 de cada 10 mujeres han sentido la minimización de sus emociones por parte de un hombre durante una conversación.
La calle y el transporte público siguen siendo los lugares en dónde las mujeres continúan sintiéndose más inseguras, porque son víctimas de acciones en su contra. ¿En qué se ha avanzado al respecto de generaciones anteriores? Bocaz, señaló que “quizás las mujeres que son más jóvenes ahora no se quedan calladas, sino que les responden (a los agresores) porque saben que hay una ley que las ampara. También las mujeres más adultas se van conformando en una red de apoyo, si ven algo en la calle, también lo enjuician, porque somos más conscientes de que hay cosas que no deberían pasar”.
Además, para la directora del estudio, se dejó de manifiesto que “existe mucha violencia simbólica en el ámbito educacional donde las niñas y niños crecen escuchando que las matemáticas son para los hombres y las ciencias sociales son para las mujeres”.
Hoy existe la ley Integral de Violencia de Género, pero siguen siendo cosas muy insuficientes, comentó Cecilia Bocaz. “En lo laboral, también pudimos identificar acoso. Muchas mujeres evitan ser muy sociables o amables para evitar que les pase algo. Nos damos cuenta, como que al final vivimos en alerta en todos los espacios”, exhibió.
En cuanto, a quienes se dirigen las campañas que promueven la igualdad y la no violencia, Cecilia Bocaz, afirmó que “no podemos seguir hablando solamente con las mujeres (…) para eso hay que hacerlo en Educación, en Salud, en el acceso a la Justicia. Hay que capacitar también a las personas que están recibiendo denuncias, para que puedan entregar una buena acogida”.
“Ahora hay tantas también leyes, e información sobre las denuncias, donde también los hombres han ido adaptando, a cosas que no sean evidentes. No por nada, creo que la violencia psicológica es la más predominante, porque de alguna forma, entre comillas, nos deja huellas visibles”, analizó la directora del estudio.
La violencia psicológica, que es la que predomina en la Región del Biobío, consiste, según explicó Bocaz, en “comentarios peyorativos, se minimiza a la mujer, se le baja su autoestima, se las aísla socialmente”, comentó.
Como todo delito va mutando, actualmente también existe la violencia digital. “Las mujeres empezamos a bloquear comentarios, o a recibir comentarios que no son consentidos, a recibir propuestas sexuales, hay muchas mujeres que terminan cerrando sus redes sociales”, detalló.
Se observa, la violencia simbólica en letras de canciones. “También los videojuegos, hay prácticas sexistas, violentas, inclusive que incitan a matar mujeres”, dijo.
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